viernes, 15 de junio de 2007

Prostitución en las escuelas públicas y privadas.

En el Estado de Tlaxcala hay dos subtipos de prostitución: la que se da en las instituciones educativas y la que tiene lugar en los lugares creados ex profeso, es decir en bares, moteles, hoteles y centrales de autobuses, entre otros.
"Así, se pudieron localizar prácticas en apariencia inocentes de jovencitas de secundarias públicas, de acuerdo con testimonios de algunos profesores, que venden besos por dos pesos, o cobran 10 por permitir que los muchachos vean sus cuerpos desnudos". Esta situación se detectó en un plantel del municipio de Chiautempan, cuyo nombre se mantiene en reserva, refiere el estudio.



"Pero también fue registrado el ejercicio organizado de la venta de servicios sexuales, tanto de jovencitas como de varones menores de edad en instituciones públicas del nivel medio superior. (Se trata) de mujeres y varones entre los 15 y 18 años de edad que viven una situación de pobreza en sus hogares, en donde además persiste la violencia intrafamiliar, el alcoholismo u otro tipo de adicción de algún integrante del grupo doméstico".

A través de esta investigación se pudo conocer que fuera de los planteles, el intercambio sexual se da en lugares disfrazados, clandestinos, en donde aparentemente se expende comida y refrescos, "pero en el interior se pueden conseguir servicios sexuales por parte de las alumnas de la institución. El pago puede ser alcohol, dinero o protección, e incluso calificaciones. En este caso, el ejercicio de la prostitución en la mayoría de los casos suele ser provisional, temporal para cubrir alguna necesidad (de los alumnos)".
Contra lo que se pensara, estas formas de explotación sexual no son exclusivas de las instituciones de educación pública, "puesto que también fueron encontradas características similares en colegios privados del nivel bachillerato, en donde el interés económico resulta ser el punto nodal de la situación".
"En las escuelas privadas me ha tocado ver a chicas que regentean sus propios negocios. Y ellas mismas lo admiten y ofrecen sus servicios a una selecta cartera de clientes (que tienen) y con un sentido de lucro mucho más avanzado que las de colegios públicos", narró un maestro de la ciudad de Apizaco, cuya identidad se mantiene en reserva ante posibles represalias.
Entrevistado al respecto, el secretario de Educación Pública en el estado, Miguel Ángel Islas Chío, aseguró que hasta la fecha no se ha recibido ninguna queja relacionada con casos de explotación sexual comercial infantil o de tráfico de menores. Aunque calificó de "deleznable" todo acto de esta naturaleza, insistió en que "afortunadamente en el estado de Tlaxcala no ha habido evidencias de este tipo de situaciones".
En referencia a las comunidades donde supuestamente se practica ese tipo de actividades, el funcionario dijo no tener conocimiento de algún caso; sin embargo, aseguró que eso no implica que las autoridades del sector no estén "checando" permanentemente los planteles para evitar que se presenten prácticas relacionadas con los delitos referidos.
"Los departamentos, supervisores y jefes de sector tienen instrucciones de que al momento en que se presente cualquier indicio, informen inmediatamente. No hace falta que alguien se queje, sino informar lo más rápido para que se ponga la denuncia ante el Ministerio Público para que proceda la demanda", señaló.
Sin embargo, una maestra de la ciudad de Chiautempan ¬lugar conurbado a la capital del estado¬ conoció el caso de una niña de 13 años de edad, estudiante del segundo grado de secundaria y originaria del municipio de Tetlanohcan, "que era trasladada en coche y la dejaban en lugares públicos o cerca de la comandancia de policía. La mayoría de sus acompañantes eran policías".
Sigue el relato: "Sus padres, un albañil y una mujer ama de casa, sabían perfectamente a qué se dedicaba la jovencita, quien en la escuela (secundaria técnica) se mostraba solitaria, hostil y poco comunicativa hacia sus compañeros".
La profesora dejó el caso por temor, tras ser amenazada por los policías involucrados. "Lo último que supe de esa niña fue que se había ido con un policía y que resultó embarazada", contó.
Otro caso fue narrado por un docente del municipio de Ixtacuixtla quien aportó datos para la investigación auspiciada por el DIF estatal: "(en este lugar) un ex profesor de bachillerato trafica con menores de edad del estado de Veracruz, quienes están por su propia voluntad, ya que la mayor aspiración de las chicas es tener dinero y estrenar ropa cara. La mayoría de ellas son muy majaderas y llegan a caer en la vulgaridad".
Por su parte, el dueño de un bar en la ciudad de Apizaco reveló que frente a la escuela Benito Juárez "hay jovencitas prostituyéndose por 40 pesos para comprar un manojo de coca". Esas mujeres, dijo, encuentran en los alumnos del Cobat a sus principales "clientes", quienes se juntan en grupos de cinco o seis para pagar el hotel y alternarse a la prostituta.


El solo hecho de escuchar este tema provoca ansiedad e inseguridad entre los padres de familia, ya que sus hij@s corren peligro estando en la escuela sin saber quienes son las personas que conviven con ellos, y pensar que les pueda pasar este problema tan grave.
Cualquier estudiante esta dispuesto a caer en este problema ya que son diferentes los motivos por los que se le solicita, como ya se menciono.
Como se puede observar la prostitución no solo es el acto sexual si no que también, el hecho de pagar por exponer su cuerpo a cualquier persona que este dispuesto a pagar lo que se ofrezca, sin importar el lugar en donde se encuentren, como en este caso afueras de las escuelas.

Tomando en cuenta que las autoridades hacen muy poco en estos casos, ya que es mas castigado el robo de una vaca que un delito sexual se nos hizo muy interesante, y viendo las necesidades de cada alumno, nos dimos cuenta que a la persona que le guste este tipo de trabajo va a seguir dentro de el aunque tenga posibilidades de superarse y de salir de allí, y las alumnas que estén por necesidad si se les consigue un empleo digno para su edad van a preferir el trabajo decente que con el que estaban.

Hecho Por:
Laura Aguilar Y

Nayeli Lozano

Alumnas de:
2do.A